El sistema hormonal desempeña un papel importante en la musculación. ¿Hasta qué punto debemos tenerlo en cuenta? Este...
Dolores musculares: ¿qué hacer?
Publicado el: 05/02/2015¿Quién no ha experimentado esa sensación de hormigueo al empezar a practicar un deporte por primera vez, o al realizar repetidamente un movimiento inusual, o ese dolor que tira de los músculos y los hace doler? ¿Quién no ha experimentado esa sensación de pesadez en las extremidades que se han sometido a más tensión de lo habitual, y de restricción de movimientos que se produce dos días después del ejercicio y puede durar varios días?
Esta sensación está causada por lo que llamamos agujetas.
¿Por qué tenemos agujetas y qué las provoca? ¿Debemos entrenar cuando tenemos agujetas y es arriesgado hacerlo en este estado?
Estas son las preguntas que vamos a intentar responder en este artículo.
La causa de las agujetas
Las agujetas se producen como resultado de un esfuerzo repetitivo o inusual. Muy a menudo, este movimiento es excéntrico, lo que significa que las fibras musculares afectadas han sufrido una fase de contracción durante el estiramiento. En musculación, llamamos a esto la fase negativa de un movimiento.
Como resultado del entrenamiento
Durante esta fase, se producen microdesgarros en las fibras musculares del músculo afectado. Estos pequeños traumatismos provocan pequeños derrames de sangre en el músculo. Estas microdesgarraduras benignas son las responsables del dolor muscular que llamamos "agujetas".
Ideas preconcebidas
Contrariamente a la creencia popular, el ácido láctico no es en absoluto responsable de las agujetas, ya que desaparece del músculo al cabo de una hora de esfuerzo y, durante un esfuerzo prolongado, se recicla y se evacua de las células musculares mediante un proceso denominado ciclo de Krebs.
Soluciones a las agujetas
No es posible evitar las agujetas, ya que ello implicaría limitar la estimulación muscular y, por lo tanto, no llevar el músculo al límite. En musculación, el principio de sobrecargar el músculo para que se adapte al esfuerzo y, por lo tanto, para que crezca, implica necesariamente microdesgarros. A continuación, el músculo se reparará y se reforzará, aumentando de volumen.
Masajes
La mejor manera de reducir las agujetas es realizar masajes de recuperación después del esfuerzo. El objetivo de estos masajes es drenar y evacuar la sangre presente en el músculo.
Calor
Además, el calor liberado por la fricción del masaje ayudará a relajar y aflojar las fibras musculares que hayan permanecido parcialmente contraídas.
Medicación
También puedes tomar un analgésico suave para aliviar el dolor causado por las agujetas.
Entrenamiento para superar las agujetas
Escucha a tu cuerpo
Está totalmente desaconsejado entrenar un músculo que está dolorido. Un músculo dolorido es un músculo debilitado por pequeñas lesiones y que aún no se ha curado. El riesgo de volver a trabajar este músculo aumenta el riesgo de provocar lesiones más profundas e importantes. Estas lesiones benignas podrían agravarse y provocar desgarros más importantes de las fibras o haces musculares. En lugar de empujar al músculo hacia el crecimiento, el músculo se encontraría a largo plazo en una fase de convalecencia y fragilidad, con el riesgo evidente de fundirse debido a la inactividad impuesta por la reparación.
En resumen, es difícil evitar las agujetas si el objetivo del entrenamiento es el crecimiento muscular. En efecto, para que un músculo crezca, es necesario estimularlo en consecuencia y, por lo tanto, provocar los microdesgarros que serán el punto de partida de la adaptación del músculo al esfuerzo. Entrenar un músculo que aún no se ha recuperado puede comprometer el crecimiento y aumentar el riesgo de lesiones más graves.
Estimula tus músculos pero escucha también las señales que te envían para no poner en peligro tus posibilidades de alcanzar tu objetivo.
Autor Alexandre CARPENTIER
N.A.C Campeón de culturismo 2012
Alexandre comparte su experiencia del culturismo con los lectores del blog MegaGear