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Sexualidad y culturismo

Sexualidad y culturismo

 

Practicar deporte, ya sea a nivel aficionado o de élite, exige un cierto grado de compromiso personal. Requiere tiempo, concentración y energía.

Este tiempo dedicado a la práctica repercute en el tiempo que se pasa con la familia y los amigos. Practicar un deporte como el culturismo exige un compromiso constante, porque interfiere en la vida cotidiana. La vida se organiza en torno al ritmo de las comidas, el entrenamiento y las fases de recuperación.

La energía necesaria para mantener un entrenamiento muscular intenso es importante, y la fase de recuperación es igual de importante si se quiere estar listo para la siguiente sesión.

La concentración necesaria para crear la conexión cerebro-músculo y movilizar al máximo las fibras musculares es también una fuente de gran cantidad de energía.

Pero la vida es mucho más que culturismo.

La familia y el culturismo

La vida familiar es una fuente de equilibrio y bienestar, al igual que las amistades. Pero también hay otras necesidades, como las sexuales.

Sexe et bodybuilding

¿Qué papel desempeñan en la vida de un culturista? ¿Están relacionadas con la producción de testosterona estimulada por el entrenamiento?

sexo y culturismo

Las necesidades sexuales varían de un individuo a otro. Se ha demostrado que el apetito sexual está ligado al nivel natural de testosterona en el organismo. Sin embargo, no basta con tener un nivel elevado de esta hormona en el organismo para tener grandes necesidades en términos de relaciones sexuales.

La sexualidad está estrechamente ligada al estado emocional y psicológico de una persona. Una persona deprimida, a pesar de tener altos niveles de testosterona, aparcará sus necesidades sexuales porque su mente estará monopolizada por sus preocupaciones.

Lo mismo ocurre cuando un culturista está en fase de preparación. Una dieta restringida en carbohidratos y con poca o ninguna grasa tendrá un impacto en la sexualidad y el deseo. Esto se debe a que las hormonas, y la testosterona en particular, se sintetizan a partir de las grasas y en parte gracias a ellas.

El deporte de cualquier tipo, cuando se practica con moderación, suele ser un buen estimulante de la sexualidad porque mantiene el corazón, desarrolla la capacidad de riego de los vasos y, por tanto, mejora la calidad de la erección.

Además, la práctica de una actividad deportiva, con todos los beneficios que aporta en términos de autoimagen y de secreción de endorfinas (la hormona del "sentirse bien"), le ayudará a soltarse más fácilmente, lo que es esencial para la plenitud sexual.

fatiga y libido

Para el culturista que se toma muy en serio su disciplina, es decir, que entrena entre 4 y 6 veces por semana con sesiones intensas, que presta gran atención a su alimentación, no estará disponible para una sexualidad muy activa. Su libido puede estar incluso a media asta. De hecho, la energía gastada para soportar las sesiones será una fuente de estrés y, por lo tanto, provocará una liberación de cortisol. El cortisol inhibirá la libido. Además, el cuerpo estará agotado por el intenso trabajo que supone, por lo que necesitará conservar la energía que le queda para recuperarse. Como las relaciones sexuales consumen mucha energía, no habrá ninguna disponible para ellas.

Por último, el culturismo es una disciplina en la que el control está omnipresente. Controlamos nuestro entrenamiento, nuestra dieta, nuestros tiempos de recuperación y, sobre todo, intentamos controlar nuestro aspecto físico. La sexualidad, en cambio, es una cuestión de "dejarse llevar", por lo que existe una cierta oposición en la forma de vivir estos dos aspectos de la vida del culturista, y del deportista habitual en general.

En resumen, los niveles naturales de testosterona no lo son todo; otros factores fisiológicos y psicológicos entran en juego cuando se trata de las necesidades sexuales de un deportista. Un deportista con un alto nivel de testosterona tendrá probablemente mayores necesidades sexuales que alguien con un nivel más bajo. Pero la frecuencia de las sesiones, su intensidad y también la implicación del atleta en su deporte tendrán un fuerte impacto en el deseo.

Es muy frecuente que un deportista aparque su vida sexual cuando se encuentra en la fase de preparación, porque la concentración y la energía necesarias para alcanzar su objetivo son tales que no le quedan fuerzas para un "revolcón".

no renuncies al deporte de alta frecuencia e intensidad, pero ten en cuenta que esto puede repercutir en tu vida íntima y en tu deseo. Esto se aplica no sólo al culturismo, sino al deporte en general. La moderación estimula el sexo, mientras que el exceso tiende a inhibir su libido.

Como antiguo culturista de alto nivel, pasé por fases en las que estaba tan volcado en mi deporte que mi sexualidad se inhibía. Cuando este periodo terminó, mi libido volvió a la normalidad, así que NO ESTRÉS :)

Autor Alexandre CARPENTIER

N.A.C Campeón de culturismo 2012

Alexandre comparte su experiencia del culturismo con los lectores del blog MegaGear