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La hormona del crecimiento y sus efectos
Publicado el: 17/10/2021La hormona del crecimiento, una hormona anabólica
A diferencia de otras hormonas, la hormona del crecimiento hace honor perfectamente a su nombre, ya que está directamente relacionada con el crecimiento de las células del organismo. Como veremos, la hormona del crecimiento es anabólica para todos los metabolismos de nuestro cuerpo y, por lo tanto, tiene múltiples efectos beneficiosos.
La hormona del crecimiento es anabólica para el metabolismo de los hidratos de carbono, pero también para el metabolismo de los lípidos. Es esta misma hormona del crecimiento la que favorece la movilización de las reservas de grasa.
Sin embargo, la hormona del crecimiento sigue siendo una de las hormonas más estudiadas por sus propiedades anabólicas sobre el metabolismo de las proteínas.
La hormona del crecimiento y los IGF
Como todas las hormonas anabólicas, la hormona del crecimiento se presenta a menudo como una hormona que tiene un efecto directo sobre la síntesis proteica. Sin embargo, el proceso es un poco más complejo. La secreción de la hormona del crecimiento se difundirá en nuestro torrente sanguíneo, y este aumento en los niveles de la hormona del crecimiento promoverá a su vez la secreción de factores de crecimiento similares a la insulina, posteriormente abreviados como IGFs.
Producidos por el hígado o derivados de las grasas y las células musculares, estos IGF se unen a los receptores de las células musculares? Así es como entran en juego los efectos anabólicos de esta hormona del crecimiento.
El efecto anabólico de la hormona
Teniendo en cuenta esta función particular (la hormona del crecimiento favorece la aparición de IGF, que a su vez permiten que se sientan plenamente los efectos beneficiosos de la hormona), es esencial volver a examinar los beneficios de esta síntesis proteica.
Gracias a esta síntesis proteica, las células musculares podrán construirse y desarrollarse, lo que se traducirá en un aumento de la masa muscular. También es útil comprender mejor este crecimiento de la masa muscular.
El crecimiento de la masa muscular
El crecimiento muscular es el resultado de la reparación de nuestras fibras musculares. Estas fibras, sometidas a un entrenamiento, resultan dañadas por la repetición y la intensidad del esfuerzo. Nuestro organismo reconstituirá entonces estas fibras musculares para que puedan soportar tales esfuerzos. De este modo, el músculo se reconstituye en mayor medida, dando lugar a la famosa ganancia de masa muscular.
Sabemos que la masa muscular es el resultado de la síntesis de proteínas, y de lo anterior se deduce que este crecimiento de la masa muscular requiere que nuestro cuerpo disponga del tiempo necesario para "repararse", así como de todos los nutrientes que necesita para llevar a cabo este proceso.
Así pues, si bien la hormona del crecimiento favorece el crecimiento muscular (a través de la síntesis proteica), también debemos tener en cuenta nuestra alimentación en general, así como el tiempo de descanso y recuperación.
Un entrenamiento a medida para aprovechar estos beneficios
Puesto que conocemos de forma más o menos precisa los efectos beneficiosos que tiene en el organismo la secreción de esta hormona del crecimiento, podríamos pensar que basta con someternos a diversas sesiones de entrenamiento para que esta secreción aumente en las mismas proporciones. Sin embargo, se han realizado numerosos estudios y se puede afirmar que la secreción de la hormona del crecimiento depende de la naturaleza del entrenamiento. Para ser más claros y prácticos, el nivel de hormona del crecimiento y de IGF en sangre no son los únicos factores que hay que tener en cuenta, ya que la naturaleza del entrenamiento también será uno de los factores que influyan en los beneficios de esta hormona. Es natural distinguir entre dos tipos de entrenamiento: el entrenamiento aeróbico y el entrenamiento de fuerza. Estos tienen efectos diferentes.
La hormona del crecimiento y el ejercicio aeróbico
En el caso del ejercicio aeróbico, es la intensidad la que parece determinar la secreción de la hormona del crecimiento. Por lo tanto, el ejercicio de alta intensidad es más beneficioso para la secreción de la hormona del crecimiento. La hormona del crecimiento así liberada en nuestro organismo favorecerá el metabolismo de las grasas, acelerando y facilitando la utilización de los lípidos almacenados en el organismo. Los estudios demuestran la importancia de esta intensidad, señalando que el efecto es más marcado después de 10 minutos de ejercicio intenso, realizado a alrededor del 70% del VO2 MAX.
La hormona del crecimiento y el entrenamiento de musculación
En cuanto al entrenamiento de musculación, lo importante es saber si hay que centrarse en la intensidad del esfuerzo o en el volumen de entrenamiento. ¿La multiplicación de series ligeras es más o menos beneficiosa que series más limitadas con cargas más pesadas? Los estudios científicos han aportado una respuesta a este debate entre intensidad y volumen, permitiendo adaptar las distintas sesiones de entrenamiento.
Se observa una mayor secreción de hormona del crecimiento cuando se realizan más series a una intensidad reducida. La diferencia entre los niveles de hormona del crecimiento puede entonces ser significativa, y los estudios demuestran que la ganancia es mucho mayor con un mayor volumen y una intensidad baja o moderada que durante un entrenamiento con pocas repeticiones pero de alta intensidad. La proliferación de estudios también significa que la técnica óptima para ver aumentar la hormona del crecimiento en el organismo sería combinar los dos tipos de entrenamiento.
La hormona después del entrenamiento
Aunque la hormona del crecimiento también debe estudiarse en relación con los ejercicios que desencadenaron su secreción, también es importante destacar que en el caso de un entrenamiento de baja intensidad (o de intensidad moderada) pero con un volumen de trabajo elevado, el nivel de esta hormona se mantiene alto incluso 90 minutos después de finalizar la sesión de entrenamiento. Sin embargo, como decíamos anteriormente, es en las dos horas posteriores al entrenamiento cuando la hormona del crecimiento será más beneficiosa en términos de anabolismo.
Hormona del crecimiento y dieta
Por lo tanto, se ha descubierto que, si bien la hormona del crecimiento es beneficiosa en todos los programas de entrenamiento, ya sean de musculación o de otras actividades, también se segrega en mayor cantidad cuando realizamos estas mismas sesiones de entrenamiento. Por lo tanto, parece que se está formando un círculo virtuoso. También es importante tener en cuenta los distintos métodos para favorecer una mayor secreción de la hormona del crecimiento.
La alimentación es uno de ellos. Se ha descubierto que la producción de la hormona del crecimiento está inversamente relacionada con los niveles de azúcar en sangre. Así, cuanto mayor es el nivel de azúcar, menor es el nivel de esta hormona, y viceversa. La hormona del crecimiento está pues vinculada a la insulina, otra hormona anabólica. Para favorecer la secreción de esta hormona del crecimiento, hay que controlar los niveles de azúcar en sangre, en particular prohibiendo todos los azúcares rápidos. Estos azúcares rápidos deben evitarse, especialmente antes del entrenamiento.
Fuentes: - Efectos de la hormona del crecimiento en el músculo esquelético
Autor Alexandre CARPENTIER
N.A.C Campeón de culturismo 2012
Alexandre comparte su experiencia del culturismo con los lectores del blog MegaGear